sábado, 12 de marzo de 2011

QUÉ ESTÁ PASANDO CON LA TIERRA?


En los últimos años hemos visto como los desastres naturales se han vuelto más frecuentes y variados alrededor del mundo. No recuerdo de niña haber escuchado la palabra Tsunami, quizá sea porque la forma en que los individuos nos comunicábamos y cómo accedíamos a la información era sencilla y los acontecimientos pocas veces podían ser apreciados en tiempo real.

Desastres como el de Japón son la pesadilla de la potencia mejor preparada: sufrir el quinto terremoto más fuerte registrado hasta ahora, un tsunami minutos después, y la crisis de al menos tres plantas nucleares que amenazan con coronar la catástrofe van más allá de las preocupaciones normales de una nación desarrollada. Sería esta la ocasión de usar la frase “en el peor de los escenarios…”. Dios tenga misericordia de los japoneses y dé sabiduría a sus líderes.

Quien tenga la humildad de aceptar que siente incertidumbre, reconocerá que los tiempos de hoy son más peligrosos que ayer. Lo político, lo económico, la contaminación, los crecientes delitos, enfermedades sin cura, la crisis moral, nos hace pensar que la humanidad está en decadencia.

Podría llenarme de desesperanza y falta de fe en el futuro, sin embargo, todas las cosas descritas en los párrafos anteriores han sido comentadas de algún modo en La Biblia. De todas ellas hemos tenido aviso por medio de este santo libro, y además, en él encontramos también las recomendaciones para encontrar la felicidad en medio del caos y la incertidumbre. No nos ofrece un conjuro mágico que transformará nuestro entorno como en un cuento de hadas, nos brinda la seguridad de que Dios estará con nosotros en medio de cada tormenta, que nos dará paz en las dificultades, y que Él tiene el control de todo lo que sucede. Problemas siempre tendremos, pero podemos vivir y disfrutar la vida aún así, gracias a sus promesas y al gozo que proviene del Señor, que llenará cada vacío, sanará toda herida y guiará a todo aquel que quiera ser guiado por el Todopoderoso.