martes, 22 de marzo de 2011

“así veo WIKILEAKS”



La cualidad más constante de la red de la información radica en que a cada momento se le encuentra una nueva aplicación, se reinventan sus recursos. Wikileaks es uno de ellos, quizá uno de los más escandalosos, y por ende, de los más comentados.

Lo secreto fascina al ser humano. A través de Wikileaks se ha presentado gran cantidad de información y comunicaciones que intercambian diplomáticos y personalidades de la política en muchos países, información, por supuesto, comprometedora en algún sentido. Desde solicitudes de observación, por parte de Estados Unidos, del comportamiento y salud mental de cierta presidenta, hasta los correos electrónicos entre políticos y empresarios acerca de la adjudicación corrupta de contratos de petróleo. El que más ha llamado nuestra atención: la publicación de comunicaciones entre científicos que discuten la validez del “fenómeno del cambio climático”.

Nuestro primer mandatario no ha escapado de ser parte de este portal. Se ha publicado cables donde el gobierno norteamericano comenta si Martinelli es una amenaza para la democracia.

Imposible que la opinión pública sea indiferente a semejante compendio de información. Dejando a un lado la persecución de que esté siendo objeto el australiano Julian Assange, fundador de este portal, analizaremos con luces largas las consecuencias de la aparición de este portal de rápidas filtraciones (Wiki: rápido, leaks: filtraciones).

Wikileaks ha puesto a la distancia de un clic revelaciones que en otros tiempos jamás habrían pasado de ser un complot o teorías infundadas, según nuestros gobiernos, los cuales se han visto en problemas para explicar y justificar estos contenidos, pero no han negado su veracidad.

Algunas comunicaciones que hablan de seguridad y estrategias militares importantes, es necesario que se mantengan en secreto para que sean efectivas. Imaginemos que Panamá, Colombia y México se han unido para neutralizar cierta red de narcotráfico que opera entre los tres países, entre bandas, financiamiento de armas y producción y venta de drogas ilícitas. Mal quisiera cualquier ciudadano con dos dedos de frente que las tácticas de inteligencia sean sabidas apenas sean ideadas por los mismos delincuentes.

El portal ha roto los paradigmas del periodismo, prueba de eso son los premios internacionales que ha ganado. Se considera que el acceso a las comunicaciones que prueban acciones corruptas entre mandatarios, políticos y particulares, son dignas de ser premiadas.

También se ha afectado la carrera diplomática, pues ya no habrá garantía que las comunicaciones que se hagan vía Internet no puedan ser interceptadas y publicadas. Quienes quieran ser diplomáticos exitosos tendrán que aprender a ejercer su profesión sabiendo que Wikileaks no despreciará informaciones delicadas.

Todo este nuevo panorama nos ha llevado a preguntamos, si en el momento de la muerte de Jhon F. Kennedy hubiera existido Internet y Wikileaks, ya habríamos salido de la duda de cómo y quienes fueron los autores de su muerte, qué fue lo que realmente sucedió?. No nos conformaríamos con ver una película, leer un libro basados en teorías, ni con esperar 50 años luego de su muerte para que la investigación sea finalmente revelada con nombres tachados en negro.

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